Y nunca mejor dicho, de verdad.
Hace un mes reservé cita con una nutricionista para quitarme unos kilos que había cogido y aunque esta era mi principal intención (Operación Bikini) en este corto periodo de tiempo varias casualidades me han llevado a ver que mi modo de sentir la alimentación está cambiando radicalmente.
En el momento que le confesé que padecía Esclerosis Múltiple, ella me dijo que no le preocupaba tanto el hecho de que adelgazara como el que comenzara a gestionar mi conducta alimentaria.
Así que de ese modo he comenzado a seguir unas pautas de dieta equilibrada que estoy poniendo a prueba tanto para mi organismo como para mi fuerza de voluntad. No obstante, esto último diré que es más fácil de sobrellevar cuando una razón de peso como es la salud, te anima a intentar seguir unas directrices. Así ocurrió con lo de dejar de fumar… aunque tampoco fumaba mucho (un paquete de Marlboro light me duraba una semana) cuando el neurólogo me recomendó dejarlo porque podía ocasionarme brotes, el paquete que llevaba en el bolso viajó directamente al cajón de mi escritorio. Y ahí sigue. De recuerdo.
Curiosamente hace dos semanas comencé a leer un libro que me regaló Anabel de Centro Pilates Dance de Córdoba: EL ESTUDIO DE CHINA, uno de los mejores libros sobre nutrición del que todos podemos beneficiarnos.
Y justo en uno de sus capítulos hablan sobre como la buena alimentación ayuda a las enfermedades inmunológicas.
A día de hoy ya no tomo leche de vaca. La he sustituido por estas tres leches: avena, arroz o almendras y las voy combinando a medida que uno de los brick se termina. Esta semana estoy con la de avena y para los escépticos hacia su sabor diré, que es súper sabrosa. Y con la de almendras ya he notado como mi piel ha mejorado considerablemente.
Mi siguiente batalla es no comer carne y teniendo en cuenta que nunca he sido muy amiga de los peces, estoy llevando bastante bien el cambio (no puedo ser vegetariana ya que necesito dos vitaminas esenciales para ayudar a mi sistema inmunitario: la B12 y la D. Esta última puedo adquirirla tomando el sol, pero la B12 es a base de pescado o complementos vitamínicos ya que los vegetales carecen de ella.
Os animo a intentar mejorar la alimentación, yo solo llevo un mes y ya percibo cambios notables: he bajado de peso (siiiiii!!!!) y-sin-pa-sar-ham-bre, mi piel está luminosa, me siento más enérgica (y por la noche duermo como un leño) y de algún modo misterioso el cuerpo me pide seguir comiendo sano.
Somos lo que comemos y si estás embarcada en la aventura de la búsqueda de un hijo, cuidar lo que será el espacio donde vivirá tu bebé nueve meses, es un acto de responsabilidad hacia nosotras y el pequeño que llegará a vuestras vidas.
Este Jueves 10 en el Hospital Miguel Servet,
charla sobre Dieta Equilibrada Dieta Fértil
gracias al Grupo de Apoyo.
Toda la info aquí: http://mariancisterna.com/grupo-de-apoyo/
Apunto divina!