Toda esta aventura empezó hace cuatro años.
Algunos de los que me leéis ahora ya la sabéis, pero para quien no aquí tenéis un pedacito de mi.
Durante estos últimos meses, muchos me animaron a escribir un blog (otro más… nooooooo!!), algo personal donde ir compartiendo como se va desenvolviendo toda esta historia a partir de ahora, pero para ser sincera, no encontraba el momento, ni el modo… y tampoco estaba demasiado bien anímicamente como para dedicarle la atención que un espacio web merece.
Hoy me he dicho «Ea, vamos al lío» y por fin he decidido hacerlo.
De todos modos, no se muy bien donde me llevará esto, como no sabía tantas otras cosas en las que me he embarcado últimamente, pero que al final me han situado en un punto inesperado que me ha permitido vivir situaciones que ni pensaba … (Y así es, porque me hubiera quedado de pasta de boniato si hace cuatro años me dicen: «Mira, no vas a poder tener hijos. Si, si… no me mires con esa cara «no-tendrás-hijos» pero a cambio vas a escribir una novela y conocerás a gente increíble que te va a ayudar a superar todo esto. Te van a diagnosticar algo que cambiará tu vida. Bueno, tu vida en si… puede que no, pero si la visión que hasta ahora tienes de ella. Y va a ser una put***, para que nos vamos a engañar, pero te lo vas a tomar de tal modo que te va a permitir aprovechar al máximo cada día que vivas a partir de ahora… lo vas a flipar Marian… lo vas a flipar... Todo está a punto de cambiar y pese a todo, para bien»
También os diré, que en este camino hacia el auto-descubrimiento he tenido que soltar algunos lastres. No se puede emprender una aventura tan larga sin dejar atrás cosas que pesan… y juro que jamás pensé que podría hacer esto que os cuento: Tuve que resetearme y empezar de cero… y aunque algunas partes de mi quedaron intactas, aquella puesta a punto me permitió renovarme para afrontar todo lo que tenía delante)… y otras partes más personales de mi vida también se vieron afectadas. A veces a algunas personas que te rodean, les supera que te esté ocurriendo esto… y como no es el momento de estar pendiente de eso, es mejor que el tiempo solucione esas cosas mientra tu te dedicas a seguir caminando hacia adelante poniendo un pie delante de otro.
Cometí errores. Pero lo sano, creo yo, es darse cuenta de esto y corregirlos. Sigo cometiendo otros, no me cuesta nada admitirlo, pero sigo intentando perfeccionar la técnica de ser un poco mejor cada día, procurando que mi entorno sea feliz y ayudando en lo que esté en mi mano.
Ante mí se abre un nuevo año. Doce meses de oportunidades, de nuevos proyectos, de seguir avanzando… y como os he dicho al principio… no se muy bien donde me llevará. Soy tan inconsciente que a veces sigo cogiendo muchos vuelos sin destino fijo, me muevo por corazonadas y aunque en otras ocasiones calculo hasta el peso que quiero llevar en cada bota, no puedo evitar vivir en un continuo Sorpresa-Sorpresa. Será cosa de ser una géminis sin remedio.
Vamos a ver como sale esto. Entretanto gracias mil por estar ahí, aquí y allí. Muacks!